9 consejos para proteger y cuidar su audición


CONSEJOS PARA UNA BUENA AUDICIÓN


El oído es uno de los órganos sensoriales más importantes y se utiliza las 24 horas del día. Una vez destruidas las finas células ciliadas, no vuelven a crecer. Para mantener la audición (y la calidad de vida asociada), es importante prestar atención y cuidados a los oídos.

Es importante tener en cuenta que nuestro cuerpo ya cuida bien de sí mismo. No se recomienda una limpieza excesiva, por ejemplo con bastoncillos de algodón, ya que en el peor de los casos puede provocar daños irreparables. Sobre todo porque los bastoncillos de algodón suelen empujar la secreción hacia el interior del oído en lugar de eliminarla eficazmente.

1.
Para la limpieza y el cuidado, basta con agua tibia, jabón y una crema hidratante. En verano se recomienda un factor de protección solar elevado. Esto se debe a que las orejas son especialmente sensibles a los rayos solares.

2.

El conducto auditivo externo no requiere ninguna limpieza adicional. Cuando hablamos de limpieza de los oídos, en realidad nos referimos siempre a la eliminación del cerumen. Sin embargo, éste sirve de escudo protector natural para nuestros oídos y cumple varias funciones importantes: Mantiene hidratado el conducto auditivo y evita la proliferación de bacterias. Además, el cerumen protege de cuerpos extraños como el polvo y las partículas de suciedad. Si tiene la sensación de que está taponado, deje la limpieza en manos de su otorrinolaringólogo de confianza.

3.

Lo mismo ocurre con los objetos en los oídos de los niños. Los objetos clavados accidentalmente sólo deben ser extraídos por un otorrinolaringólogo para evitar lesiones más graves.

4.

El agua en el conducto auditivo es desagradable después de bañarse o ducharse. De eso no hay duda. Inclinando la cabeza y moviendo o tirando suavemente del pabellón auricular, puede asegurarse de que el agua salga del oído.

5.

La música hace bailar al alma, bombea la sangre y hace latir el corazón. Pero ya sea a través de amplificadores y altavoces o de auriculares: ¡no tan alto! Evite el ruido en todas sus formas. Presta especial atención a la exposición de tus hijos al ruido.

6.

Si es previsible que se produzcan ruidos, por ejemplo al trabajar en un taller o un jardín, utilice protección auditiva. Existen protectores auditivos inteligentes que suprimen el ruido, pero las señales de advertencia, la música y las instrucciones por radio se siguen oyendo gracias a una tecnología especial.

7.

A veces sentimos presión en los oídos y el oído se siente "tapado". Por ejemplo, cuando tomamos el tren a través de un túnel o despegamos y aterrizamos en un avión. El tímpano se abomba de forma incómoda debido a la presión positiva o negativa en el oído. La trompa de Eustaquio se encarga entonces de igualar la presión en el oído. Mascar chicle es un buen truco para igualar la presión en el oído. Sin embargo, abrir bien la boca y mover la mandíbula hasta oír un chasquido suave en el oído o bostezar deliberadamente suele bastar para igualar la presión. Si la sensación de presión en el oído se produce sin influencias externas, la causa suele ser una infección. En este caso, consulte a un otorrinolaringólogo.

8.

Hágase revisiones anuales por un otorrinolaringólogo. Sobre todo si está expuesto a niveles elevados de ruido, por ejemplo por motivos profesionales.

9.

Su audiólogo local le ofrece pruebas auditivas gratuitas, que también deben realizarse una vez al año. Sirven para el diagnóstico precoz y, si es necesario, la adaptación de audífonos.